jueves, 5 de marzo de 2015


CRONICAS DEL "CHINO" REINOSO.- 1

Esta pasión por la hípica que nació en mi siendo casi un ninho, a raiz del suceso que significó el inolvidable Rio Pallanga con su extraordinaria campanha (1955-56) en las pistas y lo trágico de su final, en el antiguo Hipódromo de San Felipe, dejó marcada como con fuego el indeleble recuerdo de "El Expreso" y para siempre el gusto por la crianza del pura sangre de carrera.El ninho que era en esa época se nutría de hípica, especialmente con la página que aparecía en la tercera de La Crónica (edición nocturna).Se venía un internacional, 1955 si mal no recuerdo y Río Pallanga era el favorito. Como era un punterazo, marcó el paso, pero súbitamente se mancó. Se hizo de todo para que siguiera viviendo, incluso lo levantaron en vilo para que no pisara (dentro de su box), pero todo fue en vano. Era una manhana,recuerdo, cuando mi padre entró a mi cuarto y me anunció que el crack había muerto.Fue la primera vez que lloré por un animal, al que nunca había visto y al que sin embargo quería como a alguien muy cercano.
Recuerdo aun las visitas inopinadas al antiguo Haras Chillón para ver de cerca a Postin, a Sherbet, Granadero y a Pertinaz.Incluso una vez coincidió que era época de montas y que sacaron a Pertinaz para que montara una yegua.Fue un espectáculo, la yegua repartía patadas y Pertinaz, que era enorme, lo único que quería era montársela, lo que logró después de recibir una sarta de coces por todos lados.
Después siguió mi ninhez. Había un amigo, de la edad de mi hermano mayor, Gustavo (Guti) Velásquez que sabía de hípica de una manera increíble. Recuerdo que una vez le conté que don Claudio Fernández Concha había traído a  Tourbillon como padrillo a su haras La Cabanha. Me dijo que estaba loco, que toda la plata del mundo no bastaría para traer a esa leyenda y yo no paraba de porfiar.Eran mis pininos en la hípica y efectivamente estaba errado, era a Turmoil a quien había traído y el me lo hizo ver.Turmoil que había ganado el Gran Prix de Paris, era una esperanza para nuestra hípica, lo mismo que Datour, también por Tourbillon y que tuvo una destacada aunque no estelar campanha en el desaparecido haras Jesús del Valle. Ya que hablamos del Dr.Fernández Concha, diré que le faltó un poco de suerte en la crianza. Hizo todos los esfuerzos por conseguir un padrillo estelar, pero no lo logró.Parrot, que era hermano entero de la extraordinaria Pamplona, y "parado de manos" al decir de Guti, no se acercó a su célebre hermana mayor.Después tuvo a Lohengrin-bastante bueno habría que reconocer-ya que dió muy buenos productos, entre ellos al extraordinario Leviatán que era hijo de una yegua argentina de nombre Carlita y que tenía un desarrollo de carrera aplastante.Aun recuerdo con fruición la vez que galopó al resto de cracks que lo acompanhaban en una carrera clásica y a los que arrasó al final ganando "por una cuadra".Leviatán era de esos monstruos que ganaban a lo Secretariat y dejaba a muchos "fuera de poste".(continuará)



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